Dr_Jose_Mara_Eiros

Dr. Manuel Pérez Maraver 

Jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición del H.Universitari de Bellvitge. IDIBELL. Hospitalet de Llobregat. Barcelona


La diabetes mellitus (DM) es una enfermedad muy prevalente en nuestra sociedad y su incidencia va en progresión ascendente. En nuestro país la sufre el 14% de la población adulta (aunque en la mitad de los casos el paciente no es consciente de ello y no hay un diagnóstico formal) y ese porcentaje aumenta con la edad para alcanzar cifras superiores al 20% en mayores de 65 años. Existen varios tipos de DM pero la más prevalente con diferencia es la DM tipo 2, asociada típicamente a la edad avanzada, sobrepeso y obesidad y a otros factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión arterial.

A pesar de que en los últimos años la pandemia covid-19 ha acaparado gran parte del esfuerzo sanitario, la gripe común sigue siendo un problema de salud pública de primer orden. Los datos del sistema de vigilancia de la gripe en España del Instituto Carlos III muestran que en 2019-20 hubieron 619.000 casos, de los cuales 27.700 precisaron hospitalización y 1.800 acabaron en la UCI, sumando en total 3.900 fallecimientos. Como es lógico, las personas de más edad y con comorbilidades relevantes (pluripatología cardiorespiratoria, DM, inmunosupresión, entre otras) son las más susceptibles de tener complicaciones de la enfermedad y una peor evolución de la misma. Esta misma fuente estima que la vacunación en los mayores de 64 años reduce un 26% las hospitalizaciones, un 40% los ingresos en UCI y un 37% las defunciones, demostrando que la vacunación es la mejor herramienta de que disponemos en la lucha contra esta enfermedad. Pese a estos datos, la tasa de vacunación de las personas de más de 64 años en nuestro país lleva años estancada en torno al 50-55%, cuando el objetivo marcado por la Unión Europea es del 75%. 

No existe una evidencia clara de que la diabetes predisponga a contraer la gripe, pero sí parece claro que aumenta de forma clara el riesgo de que, una vez contraída la enfermedad, exista una mala evolución expresada como riesgo de hospitalización, ingreso en UCI y fallecimiento. Este patrón es comparable al presente en muchas otras enfermedades infecciosas en el paciente con diabetes, como hemos podido ver recientemente por ejemplo en la pandemia covid-19. Aproximadamente el 30% de los pacientes que precisan hospitalización por la gripe tienen DM como patología de base. Los motivos de que la DM incremente el riesgo de mala evolución en pacientes que contraen la gripe no son del todo conocidos, pero no hay duda de que hay algunos claros: la DM aumenta su prevalencia en pacientes de edad avanzada, sobrepeso, obesidad y en pacientes con otros factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión arterial y en todos estos casos la probabilidad de complicaciones de la gripe es mayor, por lo que no es de extrañar que los pacientes con DM en global estén expuestos a un mayor riesgo. Además la hiperglicemia, especialmente en pacientes con un mal control crónico de la DM, se asocia a un peor funcionamiento del sistema inmunitario, con lo que el riesgo de complicaciones es mayor. Asimismo, la gripe en un paciente con DM, como cualquier otra enfermedad intercurrente, puede deteriorar el control metabólico del paciente, aspecto que puede afectar a su recuperación, estableciéndose de esta manera un círculo vicioso entre ambas enfermedades.

Por todo lo comentado en el párrafo anterior los pacientes con DM son un grupo poblacional en el que no hay duda de que la vacunación contra la gripe es prioritaria. La evidencia de ese beneficio es mayor en pacientes con DM tipo 2 y cuanto más avanzada es la edad, como resulta obvio teniendo en cuenta que esos son los grupos con mayor número de casos. En un estudio de hace más de 20 años ya se concluyó que la vacunación antigripal reducía un 79% las hospitalizaciones por esta enfermedad en pacientes con DM. Todas las guías actuales recogen esa recomendación. Un ejemplo son las recomendaciones publicadas cada año por la American Diabetes Association, en las cuales se recomienda desde hace ya años la vacunación antigripal para todos los pacientes con DM de más de 6 meses de edad (por tanto virtualmente todos, incluyendo niños y adolescentes). En esa misma guía se recoge que se debe evitar en los pacientes con DM la vacuna atenuada (de administración nasal) y administrar preferentemente la vacuna inactivada que es la que actualmente se suministra en sus diferentes variantes en la Unión Europea.

Un objetivo sanitario claro e indudable es aumentar la cobertura vacunal de la población en general y de grupos poblacionales de riesgo como las personas con diabetes en particular, objetivo del que estamos lejos. Resulta sorprendente que la utilización de la vacuna es muy diferente según los países (desde menos del 10% en algunos países de Europa del este hasta más del 60% en el Reino Unido) e incluso dentro del mismo país, como por ejemplo en el nuestro en que hay diferencias de más de 10 puntos porcentuales entre diferentes comunidades autónomas. Las estrategias dirigidas a aumentar esa cobertura deben basarse en la correcta información, la captación y correcto registro de casos y el uso creciente de canales de comunicación diversificados incluyendo redes sociales y nuevas tecnologías. Por supuesto es muy importante la concienciación sobre el problema y la actitud proactiva del colectivo sanitario, que es el que finalmente implementa las medidas y en el que nuestra población tiene gran confianza. Un estudio de salud pública sobre este tema en nuestro país en 2021 concluyó, después de entrevistar y hacer grupos de análisis entre pacientes y profesionales de la salud, que en general se tienen percepciones erróneas de que la enfermedad es confusa y solapada con el catarro común, que es de baja peligrosidad que la eficacia de la vacuna es limitada y transitoria y que existe percepción en general de elevada tasa de efectos adversos. Resulta sorprendente que esas conclusiones eran compartidas en gran medida también por algunos profesionales de la salud; cabe recordar que este colectivo también es de vacunación prioritaria y que también está lejos de lograr objetivos en este sentido. Estos son los aspectos informativos a mejorar si se quiere incrementar la cobertura vacunal en la población general y en los pacientes con DM en particular.

    1. La confianza en la vacunación frente a la gripe en España: discursos y actitudes reticentes en población general y profesionales sanitarios. Olmedo Lucerón C et al. Rev Esp Salud Publica 2021; 95: 25 de marzo, e202103058.

    2. Effectiveness of influenza vaccine in reducing hospital admissions in people with diabetes. Colquhoun AJ et al. Epidemiol Infect 1997; 119: 335-41.

    3. ADA standards of medical care in diabetes. Diabetes Care 2022; 45 (suppl. 1): S46-S59.

    4.Sistema de Vigilancia de la Gripe en España. Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica. (s. f.). Recuperado 7 de Septiembre de 2022, de: https://vgripe.isciii.es/inicio.do;jsessionid=EA8F44C257A586C16BE06639A9D7258F

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